Qué es la mediación

La mediación es un método alternativo para resolver conflictos, más rápido, económico y eficiente que otros. Es un proceso en el que dos o más partes en conflicto reciben la ayuda de una tercera persona, el mediador o mediadora, para resolver su problema y llegar a un acuerdo. La persona mediadora no es quien decide la solución o quien impone el acuerdo, sino que favorece que las partes en conflicto puedan entenderse y, encuentren por sí mismas una solución satisfactoria para todas ellas. En definitiva, la mediación es un proceso breve, sencillo y con un coste económico y emocional muy bajo.

La mediación es un procedimiento flexible, aunque también cuenta con unas reglas básicas de funcionamiento que deben ser respetadas tanto por las partes como por el mediador.

Es un proceso confidencial porque nada de cuanto se diga o se trabaje en el proceso puede ser conocido, salvo con el consentimiento de cada uno de los participantes. Tampoco puede ser utilizado en procesos judiciales durante o después de la mediación.

Es además voluntaria porque nadie puede ser obligado a participar en ella. Tan solo la primera sesión informativa puede ser de obligado cumplimiento en el caso de que un juez realice una derivación a mediación. Tras la sesión inicial informativa, los participantes deciden iniciar o no el procedimiento. Una vez iniciado, cualquiera de los participantes puede abandonarla si así lo decide.

El proceso de mediación se divide en diversas sesiones de una duración aproximada de una hora u hora y media. Habitualmente bastan entre cuatro o cinco sesiones para poder llegar a un acuerdo satisfactorio.

La primera sesión es informativa y gratuita y en ella se informa a las partes sobre el funcionamiento de la mediación, las normas básicas a seguir y del papel del mediador o mediadora. En esta sesión las partes deciden si quieren proseguir con la mediación o bien no iniciarla.